Internet de las Cosas o loT (por sus siglas en inglés, Internet of Things) es uno de los términos procedentes de la industria tecnológica que más se ha popularizado en los últimos años. Mediante esta tecnología, cualquier objeto puede estar conectado a internet a través de un pequeño sensor. Esta conectividad permite realizar mediciones, controlar un dispositivo o hacer un tratamiento inteligente de la información que éstos recuperan. Gracias al IoT cualquier cosas se puede convertir en un producto inteligente.
No es ciencia ficción.
El IoT tiene ya múltiples aplicaciones en nuestra vida cotidiana, dando respuesta a necesidades de los usuarios y mejorando su calidad de vida:
Cucharas capaces de detectar el grado de densidad de la sal y que advierten de ello a un comensal "hipertenso".
Brazos biónicos cuyo movimiento responde a unos sensores ubicados en los músculos de la espalda.
Frigoríficos con capacidad para medir los alimentos que contienen y encargar la compra por nosotros.
Hogares con sistemas inteligentes que se encargan de encender la televisión por cable según preferencias personales del espectador.
IoT desde un punto de vista técnico Para entender el funcionamiento del internet de las Cosas, es necesario comprender que el sistema se basa en 3 capas:
Primera capa HARDWARE: Hablamos de hardware para referirnos a los elementos físicos de un sistema informático. La miniaturización de los dispositivos y la nanotecnología, ha permitido que la tecnología IoT cada vez se pueda integrar en objetos de menor tamaño, sin que esto suponga un detrimento de la velocidad a la que funcionan.
¿Qué pueden hacer los sensores que se integran en las cosas? Tienen 3 grandes aplicaciones: - Capturar la información del entorno o del objeto en el que se encuentren integrados, para un posterior análisis. Por ejemplo, pulseras con medición de contantes vitales, para la monitorización de un paciente con una enfermedad cardiaca.
Segunda capa INFRAESTRUCTURA: El desarrollo e implementación efectiva de esta tecnología, requiere de una infraestructura adecuada que respalde un tráfico veloz de la información. Los requisitos de infraestructura que necesita nuestro mundo hiperconectado son: - Simplificación: La infraestructura originaria de internet, estaba diseñada para conectar determinados dispositivos (tales como ordenadores, teléfonos, impresoras, servidores,...). Los tipos de dispositivos que se conectan hoy en día a internet han experimentado un gran crecimiento. Se trata de dispositivos que necesitan poco ancho de banda y además se ejecutan de manera automatizada. De ahí la necesidad de rediseñar la infraestructura para reducir costo y aumentar su flexibilidad.
Tercera capa SOFTWARE: El último elemento imprescindible que nos permite comprender el funcionamiento de la tecnología IoT es la existencia de un software innovador que permite extraer valor de la gran cantidad de datos que se genera. Estas aplicaciones de software operan con algoritmos (un algoritmo matemático es un conjunto ordenado y finito de operaciones sistemáticas que permiten hacer cálculos y hallar la solución a un problema). El uso de este software permite realizar complejos análisis en base a la información recogida o a los patrones de comportamiento de determinados objetos o personas. Una empresa u organización que aplique esta tecnología puede tomar decisiones rápidas y estratégicas en base a esta información.
Principales aplicaciones de IoT Aunque se trata de un sector con un breve recorrido, las soluciones de IoT se han hecho hueco en múltiples actividades económicas y se les augura una fuerte proyección.
A continuación, se presentan algunas de las aplicaciones de IoT más relevantes que se están implantando en nuestro entorno, facilitando nuestra vida o permitiendo hacer una gestión más eficiente y sostenible de los recursos.
Medida de consumos: Las soluciones IoT permiten la medición telemática de contadores ("metering" en inglés) como los de agua, gas o electricidad.
Hogar conectado: En un hogar "inteligente" es posible usar órdenes de voz para encender las luces de una habitación, accionar la calefacción o poner música. Para ello la vivienda deberá estar acondicionada con una serie de sensores y dispositivos compatibles.
Eficiencia energética y control lumínico: En este sector las soluciones IoT tienen un amplio potencial de desarrollo, en tanto que suponen una reducción importante del gasto energético y de los costes asociados al suministro, además de un menor impacto medioambiental. Las soluciones aplicadas en este sector permiten la regulación y monitorización del consumo, la detección de la demanda o corrección de temporizadores.
Gestión de residuos: Sensorización de camiones de recogida, contenedores y papeleras para optimizar la gestión de los residuos.
Gestión de tráfico y aparcamiento: Las soluciones IoT permitirán dar respuesta a uno de los mayores problemas de las ciudades: el tráfico motorizado.
Electrónica de consumo y weareables: Objetos cotidianos como una camiseta o un reloj se vuelven inteligentes con esta tecnología. Por ejemplo, instalando una serie de sensores y procesadores en el hogar, se puede automatizar la climatización de las estancias de la casa en base a nuestras preferencias de confort y la información de nuestra temperatura corporal detectada por la prenda "inteligente" que vistamos.
Conservación del patrimonio: Instalación de sensores inalámbricos que permiten monitorizar aspectos que afectan a la conservación de cualquier obra de arte o edificio histórico, tales como la temperatura, humedad, radiación solar o emisiones CO2.
Participación ciudadana en el entorno Smart City Existen desarrollos de IoT que integran el concepto de "Colaboración ciudadana" en su diseño. Este es el caso de allEyes, una plataforma de recogida de datos para la información del entorno urbano de uso general, que permite: - Informar de incidencias en los espacios públicos (como un desperfecto en las instalaciones de un parque de juegos urbano).
Estas incidencias las pueden reportar los profesionales encargados del mantenimiento de los espacios e instalaciones públicas, así como los propios ciudadanos.
Ciudades inteligentes Las ciudades inteligentes, traducción del término inglés "Smart Cities", representan un modelo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad. Esta manera de entender el desarrollo urbanístico, propone un uso intensivo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para mejorar la calidad de vida de las personas, al mismo tiempo que un desarrollo económico y ambiental durable y sostenible.
El auge de las ciudades inteligentes se constata con la creación de la RECI (Red de Ciudades Inteligentes Española). Esta asociación, promueve:
Una gestión automática y eficiente de las infraestructuras y servicios urbanos.
La reducción del gasto público.
Y la mejora de la calidad de los servicios.
Soluciones tecnológicas y sostenibilidad medioambiental ¿Cuántas emisiones de CO2 se podrían reducir si las rutas de transporte de recogida de residuos de una gran ciudad se optimizaran en función de la información facilitada por terminales físicos ? Este ejemplo, nos muestra una de las posibles aplicaciones de la tecnología IoT en el sector logístico y su repercusión medioambiental. Los sistemas de optimización de rutas o el desarrollo de nuevas modalidades de entrega como "CityPaq", son actuaciones que lleva a cabo Correos para desarrollar su estrategia de sostenibilidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Citypaq.
CityPaq: Modalidad de entrega orientada a los eCommerces que precisa de una infraestructura de terminales automatizados, instalados en lugares comunes de paso (como centros comerciales, estaciones de cercanías, grandes centros empresariales,...) o en comunidades de vecinos.
Los clientes que compran por internet en un ecommerce adherido a este programa, pueden elegir el terminal físico de Correos donde le conviene recoger el paquete.
De esta forma, estar en casa para recibir la entrega, ya no es problema y además la compañía optimiza las rutas de transporte de entrega y recogida, trabajando con una mayor eficiencia.